ella no creía en los finales felices, pero quería que le demostraran que estaba equivocada

Los finales felices no son lo mío.

–¿Por qué?
¿Por qué? Yo también me lo había preguntado mil y un veces cuando había tomado la decisión, en realidad no podía decir bien el por qué, era algo que me confundía.
–No sé, simplemente no creo que busquemos lo mismo.
–¿Qué busco yo? –el dolor se escuchaba en su voz, y me rompía poco a poco saber que lo estaba dañando.
–Una relación estable, una novia, una chica que te ame y quiera pasar el tiempo contigo y ser linda y cariñosa.
–¿Y qué buscas tu?
–Nada –y era la verdad, no buscaba nada, no quería una relación, no quería una cosa de una sola noche, no quería nada.
Ambos nos miramos en silencio unos minutos, apenas podía verlo a los ojos.
–¿Entonces? –dijo él por fin.
–Creo que deberíamos dejar de salir.
Él asintió.
–Te entiendo, pero aún no sé por qué, ¿hice algo mal?
Entonces reí amargamente.
–¿Algo mal? –reí más– No, claro que no. Fuiste dulce y lindo conmigo, cariñoso, pagaste todo por mi, me gustaron nuestras citas, todo fue…
Perfecto. Las palabras se quedaron en el aire.
–¿Entonces? –él seguía confundido.
–No soy esa clase de chica –suspiré– Se que suena a cliché, pero no eres tu, soy yo. Soy un desastre con estas cosas.
Y era la verdad, por fin estaba teniendo ese amor romántico y de película que todas quieren, pero creo que ya había encontrado ese por qué.
–¿Estás segura? –dijo y asentí– Piénsalo.
Negué con la cabeza, ya sabía mi respuesta. Me mordí el labio y me despedí de él sintiéndome como la persona más cruel e inhumana del mundo, pero ¿qué iba a hacer? Tirarlo por la borda, ¿por qué? porque los finales felices no son lo mío.


No puedo conformarme con un romance perfecto, necesito drama, sangre, acción.
Simplemente la perfección y los finales felices no son lo mío, no quería lastimar a nadie en el proceso de enterarme de eso, pero sucedió. Y me siento como la persona más horrible del mundo.

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