Pasó todo muy rápido y ahora que ha terminado parece que ha sido un sueño.
Quiero escribirte, contarte de mi día y que me cuentes del tuyo.
Mi cuerpo entero demanda el calor de tu piel, tus labios sobre los míos, tu voz susurrándome secretos.
Me cuentas de las veces que has estado enamorado y como lo has dado todo, yo escucho y añoro esa clase de amor que parece rehuirme.
¿Alguna vez he estado verdaderamente enamorada? Me pregunto mil y un veces. A veces creo que si, a veces creo que no.
¿Qué es el amor, verdaderamente? Una ilusión, dicen los escritores, una construcción social, dicen los cínicos, una reacción química, dicen los no creyentes.
Yo siento que me he enamorado 300 veces. Pero todo pasa tan rápido, ¿puede el amor ser tan pasajero? ¿puede el amor superarse tan rápido aunque aun duela cada vez que lo piense? Cada vez que te piense.
No verte en persona me atormenta, no hablar contigo me hace dudar de lo que tuvimos. Tal vez para ti fueron solo unos días diferentes de un amor efímero, un amor que se esfuma como la nieve en primavera. Pero para mi es un recuerdo que queda por siempre plasmado en las cicatrices de mi corazón.
No puedo evitar el romance, lo persiguo en mis sueños, busco el amor en todos los rincones inexplorados del mundo y cuando no aparece, me lo invento.
Creo ilusiones a partir de momentos que me parecen mágicos, elaboro amor a partir de la nada, como un artista que crea una obra con los materiales que tiene a su alcance.
Quiero contarte todo, pero tengo miedo de que no quieras escucharlo, que pienses que soy demasiado, que te canses de las palabras que borbotean de mi mente sin descanso.
Vivo la vida intensamente, siento el amor intensamente, pero es que ¿acaso hay otra manera de sentir? ¿de vivir? No puedo concebir la idea de una vida a medias, un amor a medias.
Me pregunto si piensas en mi tanto como yo en ti, si en las noches extrañas mi presencia y acaricias tus mejillas recordando el rastro de mis manos, si las lágrimas escapan de tus ojos cada que recuerdas que probablemente no me volverás a ver.
Es divertido el amor, cuando empieza, cuando hay promesas falsas y planes no concretados de un futuro inexistente que fingimos ignorar por el bien de la trama. Momentos fugaces de felicidad infinita a cambio de un profundo dolor prolongado.
Te pienso, y probablemente te piense por siempre. Tu solo me pensarás esporádicamente, cuando un simple detalle te recuerde la corta aventura que vivimos, pero al menos espero haber sido una pequeña maravilla, una encantadora sorpresa que se grabe en tu memoria poética, como la nieve en primavera.
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Al final, lo que queda es la entrega de lo que sentimos y lo que hayamos podido experimentar. Y aunque en el proceso de entregarse muchas veces nos quedamos descolgados de esa historia, cada huella que nos deja va reafirmando nuestra ganas de sentir y de vivir cosas.
ResponderEliminarQue en todo caso es de lo que se trata, no? De poder mirar hacia atrás y estremecerse recordando esos momentos. Aún con dolor, aún con nostalgia... pero siendo conscientes de que estamos vivos, de que somos sentimientos, y de que no renunciamos a ellos :)