ella no creía en los finales felices, pero quería que le demostraran que estaba equivocada

Todos tenían miedo.

–Tic, toc –decía con una sonrisa sádica en su cara.
–No, por favor –un susurro escapó de sus labios.
Ella rió como una loca.
–Vamos, el tiempo se agota y aún no veo que lo hagas.
La risa de ella llenaba el lugar, sabía que nadie podía arruinar sus planes, ni una miserable alma se pasaba por ese lugar, todos tenían miedo.
–Tic, toc –repitió.
Él la vio a los ojos y negó con la cabeza.
–Muy mal –negó con la cabeza– Si no puedes matarla de una rápida puñalada, entonces tendrás que ver, tendrás que ver como corto su cuerpo en pequeños y divertidos trocitos.
Esa risa de nuevo.
Él se estremeció, la chica que estaba encogida y en la esquina, con el cuchillo apuntando a su corazón, empezó a sollozar.
–Calla, perra inmunda –dijo ella lanzándole una mirada asesina.
Ella reprimió los sollozos y él la miro con furia y miedo.
–¿Por qué? ¿Por qué haces esto?
–¿Y por qué no? –ella pareció desorientada por unos momentos– Tic, toc.
Él suspiró. Mordió su labio y cerró los ojos.
Iba a apuñalarla cuando la chica misteriosa empezó a reír de nuevo.
–Es suficiente.
Las dos víctimas se quedaron paralizadas por unos segundos.
–¿Qué? –preguntó él.
–Pueden irse, ¡ah! pero antes… –lanzó un cuchillo que impactó en la pared, a unos centímetros de la chica– no tengas miedo, solo necesito un poco de sangre.
Se acercó a ella y le hizo una cortada enorme en su brazo, ella reprimió un grito.
–Ahora si, son libres –dijo con otra risa– disfruten de su libertad y corran, antes de que me arrepienta.
Ninguno de los dos dudó, salieron como almas perseguidas por el diablo (aunque todos sabían que ella era peor que el diablo).

3 comentarios:

  1. Da yuyu ¿No? qué tía más loca xD

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  2. Pobre de la joven con el brazo herido... me dejó con intriga aquella diabólica mujer.

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