La vida es como coger con un desconocido (repetidas veces). Al principio te parece intrigante y sexy, durante el acto es increíble, lo mejor que te ha pasado (aunque hay ratos de miedo y oscuridad) y al final… ¡Oh! el final… es como un balde de agua fría, algo para despertarte y que te des cuenta de que solo fue una noche y una acción tonta, que podrías tener mil enfermedades o incluso un bebé en camino. Maldita y malditos nosotros, esos ciegos que ven lo que quieren ver nada más y no lo que hay detrás.
Y lo peor es que nunca vuelves a ver al tipo, desaparece, como esos efímeros instantes de paz y felicidad que te hizo tener al sentirlo dentro. Que ironía, sentirse incompleta cuando sale.
¡Oh vida! Triste maldición. Nos engaña y cautiva con su belleza, pero nunca nos muestra ese oscuro lado suyo al que todos temen… y luego se preguntan, ¿por qué tantos abandonan el mundo voluntariamente? A veces creo que ellos son los valientes y nosotros, los cobardes.
Yo antes tambien los veía como cobardes, ahora los veo como una persona que, para bien o para mal, supo escoger su camino y defenderlo hasta el final.
ResponderEliminarNo me puedo creer que con este texto tan precioso solo tenga un comentario, a mi me ha gustado bastante.
ResponderEliminarSe te quiere y esas cosas