ella no creía en los finales felices, pero quería que le demostraran que estaba equivocada

Por un año lleno de locuras.

–Por un año nuevo, por oportunidades nuevas –dijo levantando su copa al tiempo que todos hacían lo mismo.
Yo resoplé y seguí el ejemplo, siempre era lo mismo, todos pensando que tendrían un inicio limpio y sencillo solo porque el año cambiaba de número.
Entonces sonreí, porque nadie se esperaba lo que iba a pasar a continuación.
–Tres, dos…
Cuando todos llegaron al uno y los gritos empezaron, las luces se apagaron. Hubo gritos, risas. Entonces empezaron a sonar los acordes de una canción bien conocida por mi. Se prendieron las luces, ahoran eran azules y rojas, verdes y amarillas, todas neón.
Sweet Child O' Mine sonaba a todo volumen mientras todos los adultos se miraban extrañados. Entonces apreté el botón rojo escondido en mi arete derecho, rompí mi vestido de 15mil dólares (lo que probablemente haría enojar demasiado a Julie, mi madrastra) y me subí a la mesa.
–Por un año loco, diferente, lleno de aventuras, sexo salvaje, drogas y alcohol –dije mientras todos me observaban atónitos.
Mi vestido dorado ahora me gustaba, con un buen escote y ahora corto gracias al taje que le había hecho, era lo más sexy para año nuevo.
Entonces reí, con esa risa que sabía podía congelar a todos del miedo. Me levante mi vestido y grité al micrófono.
–Ropa interior negra, para la locura y la libertad.
Me quité esos molestos tacones de 15 centímetros, bajé de la mesa, agarré la botella de champagne más cercana y corrí hacia la puerta para huir.
Sentí como alguien agarraba mi brazo, impidiéndome avanzar más. Maldecí y voltée.
–¿Sabes? –me dijo un chico guapo unos años mayor que yo mientras sonreía– El negro en realidad es símbolo de poder, elegancia, formalidad, autoridad y fortaleza.
–Interesante. Ahora, ¿Me sueltas?
–También significa que una mujer es segura –se acercó a mi– y sensual.
No pude evitar sonrojarme. Entonces lo besé, ¿qué más podía hacer en año nuevo?
–Pues el negro no se equivoca –le dije con una sonrisa confiada– ven conmigo.
–¿Adonde?
Me encogí de hombros, le enseñé la botella y corrí hacia la puerta. Esta vez, en vez de detenerme, me siguió.

2 comentarios:

  1. Es un perfecto fin de años, espero que el tuyo también resultara emocionante.

    Saludos, y feliz año.

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  2. creo que es lo que a todos nos gustaría hacer en fin de año durante esas cenas familiares que por cierto, son patéticas y las detesto, prefiero estar en mi cuarto escuchando música viendo los fuegos artificiales desde mi ventana, de echo eso es lo que hice xD jaja

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