ella no creía en los finales felices, pero quería que le demostraran que estaba equivocada

Algún día.

(les comparto un pequeño pedazo reciente de mi vida, uno de esos que me fascinan)

Él le sonríe, es dulce.
Ella le corresponde la sonrisa, alocada, bailando como si no hubiera un mañana.
Los tacones fuera, el escote se agranda, las bebidas se mezclan.
De un momento a otro, los dos acaban juntos, por un rato.
Ella baila, sin saber en realidad como hacerlo, solo siguiendo el instinto.
Él intenta sorprenderla, hace un increíble baile con movimiento de manos incluido.
Ella ríe, le gusta ese chico.
Minutos después, sin que la música se apague, las personas buscan un descanso.
Por azares del destino terminan juntos de nuevo, con un chico gracioso que parece dispuesto a unirlos, aún cuando llevan minutos de saber de la existencia del otro.
Se acercan, intercambian un par de palabras, no más.
Él es tímido, ella es atrevida, incluso algo loca.
No pasa mucho entre ellos, pero al fiesta acaba, las luces se encienden y la música deja de escucharse.
El chico gracioso lo intenta de nuevo, ella decide que le cae bien de inmediato, es divertido.
–Vamos, mi amigo no tiene novia, ¿te gusta, verdad? A él le gustas, ¿que tal? –decía al tiempo que levantaba las cejas hacia él.
Ella reía, y asentía.
–Tu amigo esta muy guapo –decía al tiempo que miraba de reojo como él se ponía rojo como un tomate.
Pasaron otros minutos, se fueron los chicos, la chica de la fiesta la dejó con el lindo desconocido y ella no tuvo opción mas que hacer una conversación.
Hablaron por un tiempo, parecieron horas aunque no muchos minutos han de haber pasado. Ella no sabía bien la relación de la cumpleañera con el chico, parecían no ser muy cercanos.
Sin embargo, ella lo intentó. Le habló, lo hizo reír.
Él hizo lo mismo, con timidez al principio, confianza al cabo de un rato.
Finalmente, ambos tuvieron que irse, ninguno de los dos fue lo suficientemente valiente como para buscar la manera en la que podrían contactarse después.
Estos son de esos pequeños momentos que pasan en la vida que son irrepetibles, que son únicos… tal vez ninguno de los dos se vuelva a ver, pero no es el final, aún hay un largo camino que recorrer… y como dice su promesa:
–No vemos –sonríe, tierno.
Algún día –dice ella, divertida.
–Si, algún día –y su sonrisa se agranda.
[porque todavía quedan muchos días, cualquiera puede ser ese "algún día" tan mágico]

2 comentarios:

  1. Ooooohhh >.< adoro esos momentos, pero debería haber hecho algo >>.<<

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  2. ¡Hola, es la primera vez que paso por aquí!
    Pues sí, la verdad es que esos momentos son de los que te dejan pensando días.. Porque lo disfrutas tanto..
    Pero a veces incluso es mejor dejarlo así, porque se te queda un sabor a ilusión y esperanza. Y esa sensación, merece la pena que dure.

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Si dejas un comentario me empaparás de la lluvia de la felicidad.