ella no creía en los finales felices, pero quería que le demostraran que estaba equivocada

Prisión de mármol.

Non finito –susurra.
–¿Perdón? –preguntó el chico de al lado, hablando curiosamente el mismo idioma.
–Oh, la técnica de Michelangelo para muchas de sus esculturas –responde ella, tímida.
–¿Me la explicas?
Un museo lleno de gente, personas que corren para alcanzar a los guías turístico o que se enojan por no escuchar o poder ver bien. Y llega este chico lindo y despreocupado a preguntarle como es el non finito. La gente se aglomeraba enfrente del David, dejando de lado a San Mateo y a los prisioneros, que portaban bien su nombre.
–¿Ves esas estatuas? –preguntó ella señalando a cada uno de los 4 prisioneros de la Academia, él asintió– Se llaman "Los Prisioneros". ¿Puedes saber por qué?
–¿Por qué están aprisionados en mármol?
Ella sonrió.
–Exactamente. ¿Notas la posición de los cuerpos? ¿Esas ganas de huir y explorar el mundo? Ser por fin libres de esa prisión de mármol que los mantiene encerrados, que quiere aprisionarlos en un lugar por siempre.
–¿Te sientes prisionera? –le preguntó él tras unos minutos de reflexión.
Ella lo había pensado, si, pero escuchar la pregunta directa lo hacía más real.
–Si.
Él se acercó a su oído y le susurró unas palabras, nunca se supieron bien cuales eran, solo se escucho una pequeña risa y se vio a una pareja joven corriendo por los pasillos del museo buscando la salida, corriendo por las calles soleadas de Florencia en una cacería de pizza, helado, aventura y ser libres de esa prisión de mármol.

Esta algo raro este texto, lo sé. Lo dejo rápido porque tuve algunos minutos 
y me inspiré aquí en el viaje con estas esculturas y el estilo de 
Michelangelo, lo entiendo perfectamente, me fascina.
Espero que estén teniendo unas vacaciones increíbles, como las mías.
Abrazos.

1 comentario:

  1. Me gusta muchísimo ese aire a travesura que tiene el texto,además me han dado ganas de estar en ese museo jiji ♡. Saludos!

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