ella no creía en los finales felices, pero quería que le demostraran que estaba equivocada

Y me pierdo.

Es el momento en el que te das cuenta de que realmente a nadie le importas. Que no vale la pena lanzarles tu ensalada de emociones porque solo fingirán comprenderlo cuando realmente no lo hacen.
Y es entonces cuando sonríes y finges que todo esta bien solo para no derrumbarte frente a ellos, que ríes y te tragas las lágrimas, que vas al baño a darte una cachetada para controlar el temblor de tus labios, que lloras en silencio en las madrugadas para que nadie pueda ver lo rota que estás.
Pero esta bien, esta bien porque ellos no merecen tener que soportar tu drama, no es su culpa que no puedan entender una mente tan extraña como la tuya. No es su culpa que sientas tanto que al reprimirte dejes de sentir por completo. Porque cuando les hablas ¿realmente les importa? Sonríen, hablan contigo, pero no parecen querer ser parte del desastre emocional en el que vives.
No es su obligación lidiar contigo y aún así son tus amigos. Así que lo agradeces, te pegas a ellos por miedo a perderte en la soledad. A no tener a nadie con quién fingir ser otra persona para no sentir el dolor de ser tu misma.

1 comentario:

  1. Al final de cuentas estamos solos en nuestro sufrimiento :c

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